Partición de Herencia y División de Bienes

La partición de herencia y la división de bienes son dos procesos que se realizan cuando una persona fallece y deja un patrimonio a sus herederos. Estos procesos pueden ser voluntarios o judiciales, dependiendo de si los herederos están de acuerdo o no en cómo repartir los bienes. En este artículo, vamos a explicar en qué consisten estos procesos, qué requisitos se deben cumplir, qué documentos se necesitan y cuáles son las preguntas frecuentes que suelen surgir sobre el tema.

La partición de herencia es el acto por el que se determina qué parte del patrimonio corresponde a cada heredero, según lo establecido en el testamento o en la ley. La partición puede hacerse de forma extrajudicial, si todos los herederos están de acuerdo y tienen capacidad para disponer de sus derechos, o de forma judicial, si hay desacuerdo o incapacidad. La partición extrajudicial puede hacerse mediante un documento público (escritura notarial). La partición judicial se hace mediante un procedimiento judicial en el que intervienen un contador-partidor y un perito tasador.

La división de bienes es el acto por el que se adjudican los bienes concretos a cada heredero, según la cuota que le corresponda. La división puede hacerse de forma conjunta con la partición, si los bienes son fácilmente divisibles, o de forma posterior, si los bienes son indivisibles o hay que liquidar sociedades o empresas.

La división también puede ser voluntaria o judicial, dependiendo del acuerdo entre los herederos. La división voluntaria puede hacerse mediante un convenio entre los herederos o mediante una subasta pública. La división judicial se hace mediante un procedimiento judicial en el que se pueden adoptar medidas como la venta forzosa, la adjudicación por sorteo o la formación de lotes.

Algunas de las preguntas frecuentes que suelen plantearse sobre la partición de herencia y la división de bienes son las siguientes:

¿Qué plazo hay para hacer la partición y la división?
La acción de partición de herencia es imprescriptible mientras continúe la indivisión. No hay plazo determinado para realizarla.
¿Qué pasa si hay legados o usufructos?
Los legados son disposiciones testamentarias por las que el testador deja un bien concreto a una persona determinada, que se llama legatario. Los usufructos son derechos reales por los que una persona puede usar y disfrutar de un bien ajeno, sin ser su propietario. Los legados y los usufructos tienen preferencia sobre la herencia, por lo que hay que respetarlos y entregarlos antes de hacer la partición y la división. Los legatarios y los usufructuarios no son herederos, pero tienen derecho a intervenir en la partición y la división para defender sus intereses.
¿Qué pasa si hay deudas o cargas en la herencia?
Las deudas y las cargas son obligaciones que afectan al patrimonio del causante y que deben ser pagadas por los herederos, salvo que renuncien a la herencia. Las deudas y las cargas deben ser deducidas del valor de la masa hereditaria antes de hacer la partición y la división. Los acreedores y los titulares de las cargas pueden intervenir en la partición y la división para reclamar su pago.

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